sábado, 17 de diciembre de 2011

Convertir las lágrimas en triunfos


Trayectorias reconocidas

OSLO - Tres mujeres que han combatido la injusticia, las dictaduras y la violencia sexual en Liberia y Yemen recibieron el sábado el Premio Nobel de la Paz 2011 pidiendo a las mujeres reprimidas de todo el mundo que se levanten contra la supremacía masculina.
Las tres mujeres representan la lucha por "los derechos humanos en general y de las mujeres por la igualdad y la paz en particular", manifestó el presidente de la comisión del Premio Nobel de la Paz, Thorbjoern Jagland.

Ellen Johnson Sirleaf es la primera mujer elegida democráticamente para la Presidencia en la historia de África. Desde su investidura en 2006, ha contribuido a garantizar la paz en Liberia, a promover el desarrollo económico y social y a reforzar la posición de las mujeres.
“El Nóbel es de todas las mujeres que lucharon por nuestra paz”.
"Mis hermanas, mis hijas, mis amigas: hallen su voz", dijo la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, después de recibir su diploma y la medalla del Nobel durante una ceremonia en la capital noruega.

Leymah Gbowee movilizó y organizó a las mujeres de todos los grupos étnicos y religiosos para poner fin a la prolongada guerra de Liberia y para garantizar la participación de la mujer en las elecciones. Desde entonces ha trabajado por mejorar la influencia de las mujeres en África Occidental y en las situaciones de posguerra.
Gbowee, de 39 años, había hecho campaña por mucho tiempo a favor de los derechos de las mujeres y en contra de las violaciones, en un desafío a los jefes paramilitares que controlan puntos en Liberia
Gbowee dijo que el haber recibido el Nobel de la Paz es un reconocimiento a la lucha por los derechos de las mujeres, no sólo en Yemen y Liberia, sino en cualquier lugar donde las mujeres se enfrentan a la opresión.
"Tenemos que seguir unidas en la hermandad, para convertir las lágrimas en triunfos", dijo Gbowee. "No hay tiempo para descansar hasta que el mundo alcance la plenitud y el equilibrio, donde todos los hombres y las mujeres se consideren iguales y libres".

Tawakkul Karman en las circunstancias más difíciles y tanto antes como durante la 'Primavera Árabe', desempeñó un papel destacado en la lucha por los derechos de las mujeres y por la democracia y la paz en Yemen.
Karman, de 32 años, periodista e integrante del partido islámico Islah, es la primera mujer árabe que gana el Premio Nobel de la paz. A sus 32 años, es la ganadora más joven del galardón. También encabeza al grupo Periodistas Mujeres sin Cadenas que defiende los derechos humanos.

 

sábado, 10 de diciembre de 2011

Determinación por lograr que las niñas reciban educación



Safia Ahmed fue asesinada 
por su defensa de los 
derechos de la mujer y su
inflexible determinación
para lograr que las niñas
de Afganistán reciban
educación.
 
 



Unesco ha emitido un informe el pasado mes de abril, sobre los ataques que se están perpetrando en varios países del mundo contra los educadores y los alumnos, especialmente las maestras y las niñas.
Este informe denominado “La educación atacada” está dedicado a la memoria de Safia Ama Jan, una profesora afgana que durante el dominio de los talibán, arriesgó su vida por dirigir en su propia casa, una escuela clandestina para las niñas y que finalmente fue asesinada a tiros en Kandahar el 25 de septiembre de 2006, en la puerta de su casa.
Como directora de los asuntos de mujeres en la región de Kandahar, Safia Ama Jan había trabajado incansablemente para defender la necesidad de que todas las niñas afganas regresaran a la escuela y proporcionar capacitación profesional a las mujeres.
Koichiro Matsuura, Director General de la Unesco, comentó: “El valor de Safia Ama Jan ha sido nuestra inspiración al preparar este informe y su muerte violenta sirve como un triste recordatorio de que quienes trabajamos para defender los derechos humanos, especialmente los derechos de las mujeres y el derecho a la educación de las niñas, lo hacemos en primera línea de combate y con nuestras vidas bajo constante amenaza” y continuó “Las autoridades nacionales y la comunidad internacional deben unirse para oponerse a las fuerzas que pretenden echar por tierra los esfuerzos de personas como Safia Ama Jan. La educación es uno de los pilares del desarrollo, la prosperidad y la paz”
El informe de Unesco indica que los ataques violentos contra el personal de educación y los estudiantes están aumentando y recoge datos escalofriantes sobre la persecución a que se ven sometidos los educadores y los alumnos en países como Iraq, Afganistan, Tailandia, Nepal y Colombia.
Recientemente también se registran otros tipos de ataques contra los niños y niñas en Irán. Las víctimas pertenecen a familias baha’is, la minoría religiosa más numerosa en Irán. En este caso peculiar, los alumnos baha’is de primaria y secundaria en Irán están comenzando a sufrir el acoso, los insultos y otras formas intolerables de abusos, perpetrados precisamente por quienes deberían gozar de su confianza: sus profesores y directores de escuela. Los niños y niñas baha’is tras verse forzados a declarar su religión, reciben amenazas y humillaciones en público. En algunos casos se les expulsa sumariamente de la escuela. En otros se les conmina a convertirse al islam y se les somete a difamaciones de su religión por parte de sus profesores.

Decálogo global para la inversión en las niñas

  1. No comprometer los objetivos de igualdad de género ni los compromisos internacionales.
  2. Promover la total integración de los principios de igualdad de género en las políticas económicas nacionales y regionales.
  3. Priorizar la educación de las niñas desde sus primeros años hasta la adolescencia y más allá.
  4. Mantener programas nacionales de protección social y servicios sociales de prevención.
  5. Ampliar la inversión en oportunidades de trabajo para las mujeres jóvenes.
  6. Apoyar a las jóvenes mujeres trabajadoras y garantizar que obtengan salarios y condiciones decentes.
  7. Invertir en el liderazgo de las mujeres jóvenes.
  8. Asegurar la igualdad de derechos de las niñas y mujeres jóvenes en la posesión de la tierra y de otras propiedades.
  9. Tener en cuenta y valorar el trabajo de las niñas y mujeres jóvenes a través de la desagregración de datos nacionales e internacionales.
  10. Desarrollar y promover un conjunto de principios guía que sean prácticos y globales sobre las niñas y mujeres jóvenes que trabajan